lunes, 15 de junio de 2015

La calle

Hace un rato, con motivo de una salida para llevar a cabo un recado laboral, he pasado por una calle, que he cruzado en muchas ocasiones pero por la que nunca antes había caminado.
 

No es que dicha calle sea más interesante que las de su entorno pero varios factores han coincidido para que en ese momento preciso, deambular por ella fuera absolutamente mágico.
La exuberancia del follaje de los árboles que custodian sus aceras, la ausencia de tráfico, a pesar de situarse a proximidad de un eje importante, la climatología particular de esta mañana algo amenazadora pero con una temperatura agradable y sin el menor rastro de tristeza.
 
 
Todo ello me ha trasladado a un lugar de extrema quietud, paz y felicidad. He podido tomar firmemente consciencia de la fuerza y la intensa sensación de bienestar hasta vivir esa pequeña experiencia banal de una manera física.

Finalizado el recado, he vuelto a tomar la misma calle pero en sentido inverso.
Ya no ha sido lo mismo.
Ann