domingo, 3 de noviembre de 2013

Maestros

Decía un sabio que siempre necesitamos de la dirección de un maestro, en la escuela o fuera de ella, para aprender.
 
Estoy de acuerdo en, si no la necesidad, sí la gran utilidad de tener una o varias figuras, si es posible, en diferentes disciplinas, que nos vayan sugiriendo y abriendo caminos que nos motiven en nuestra andadura existencial.
 
Algunos personajes se instalan en nuestras vidas como faros que nos alumbran y que en un momento preciso, enfocan con su luz algo que nos resulta lo suficientemente estimulante como para intentar conocer más sobre ello.

 
Un libro, una frase, una imagen, una idea, cualquier cosa puede ser la llave que abre la puerta sobre una nueva pasión.  Es preciso estar receptivo y no dejar pasar el estímulo, es cuestión de adaptar ese macro espacio a nuestro micro universo, hacerlo nuestro y disfrutar.

En definitiva, creo que parte de nuestra felicidad reside en la sucesión de estas pasiones o intereses, motores estimulantes con los que vamos aprendiendo y modelando nuestra personalidad, con el fin, por qué no, de conocernos mejor.
Ann
 

3 comentarios:

  1. La vie est un long apprentissage, et quand on arrive à la fin, on se rend compte qu'on ne sait rien...

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  2. Yo, cuanto más aprendo de algo, más me doy cuenta que no sé nada. ¿Es eso normal?

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  3. Tout à fait, tu es comme Sócrates. De toute façon, lorsqu'on arrive à la fin, à quoi sert ce que l'on a appris?

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