miércoles, 18 de abril de 2018

Un árbol con nariz



No nació con ella. La humedad, el entorno, el paso del tiempo dieron pie a su desarrollo.
 
Un día, al pasear, me llamó la atención la protuberancia que hasta ese momento no había observado.
 
¿Habría crecido a lo largo de los siete días que llevaba sin frecuentar la zona?
 
¿Habría sido fruto de algún violento encuentro con otro ejemplar de su especie?
 
¿Le serviría de algo aquella masa que le otorgaba una apariencia casi humana?
 
¿Conseguiría distinguir el aroma de su follaje o del césped que se extendía a sus pies?
 
Las preguntas quedarán para siempre sin respuesta pero allí se erguía ese sauce mostrando orgulloso su magnífica nariz.
Ann
 

1 comentario: